Registros fonográficos de J. Valenzuela
- alelavinrojas
- 23 sept 2021
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Actualizado: 23 sept 2021

La mayoría de los registros fonográficos de Jorge Valenzuela están realizados de manera artesanal, alguno realizado junto a músicos de la ciudad de Talca, como el grabado por Héctor Escalona. Otros fueron registrados por el ingeniero en sonido Carlos Schorr, de manera particular, y otros grabados por el mismo músico en una radio-casetera. En 1973 graba en Santiago, de manera particular, el disco Trueno, un vinilo de 45 rpm con cuatro poemas musicalizados de Matías Rafide. También quedaron algunos registros en cinta magnética anterior al casete. De los discos que grabó en su juventud, en las décadas del 30 y 40 como guitarrista popular, junto a artistas como Ester Soré, Los estudiantes rítmicos y Los huastecos del sur, a la fecha no se han hallado registros con los créditos correspondientes. Lo anterior, sumado a la manera de comprender el oficio musical por parte de Jorge Valenzuela, distante de los afanes de la difusión, hicieron que su obra fuera poco conocida, más allá del ámbito cercano [1].

Algunos registros a los que se tuvo acceso en el curso de esta investigación fueron el caset “Poemas musicalizados”, del año 1995, el que circularía luego en el año 2000 en formato CD. Lo mismo ocurrió con su grabación “Una voz y una guitarra”, autoedición grabada en esa misma época (sin fecha en el impreso) por Carlos Schorr, que incluye composiciones personales y algunos poemas musicalizados y que circuló en ambos soportes. El caset “Obras clásicas y populares”, grabado por Schorr, reúne piezas interpretadas a guitarra sola.
Otro hito importante fue el caset grabado en homenaje al compositor Honorio Concha, en que Jorge Valenzuela actuó como intérprete de 5 piezas. Se trató de una producción artesanal, una autoedición sin fecha de grabación (aunque presumiblemente se grabó en la década del 80). La información de la carátula dice: Composiciones inéditas de Honorio Concha, recopiladas y armonizadas por Jorge Valenzuela Parra, asistido por Sergio Delgado. Se trata de 17 canciones del compositor talquino Honorio Concha Bravo (Talca 1902-1960) [2], entre las que se destacan La Parva de paja, Me llaman la negra linda y el himno de Rangers, cuya versión grabada en esa ocasión se utiliza hasta hoy. En esa grabación participaron en guitarras: Jorge Valenzuela, Sergio Delgado, Toribio Pérez y Omar Pereira. En acordeón Oscar Osses Amaro, en clarinete Mario Lobos, en bajo eléctrico y la edición del caset Héctor Escalona. Escalona en la actualidad es folclorista y un conocido locutor radial talquino, lleva más de cuarenta años con su programa radial A la pinta mía, con su personaje Jacinto del Carmen, desde ahí difunde el folklore. Al ser consultado por la grabación que realizara junto a Jorge Valenzuela, registrando canciones de Honorio Concha, relata:

Estas grabaciones fueron hechas con equipos caseros, artesanales no más, en esos tiempos yo tenía unos equipos de amplificación, y nos coordinamos cinco tocando al mismo tiempo en los pocos micrófonos que había. Eso iba directo a la mesa, y de ahí a una casetera con cinta, no había masterización. Yo tocaba el bajo y tenía un hijo que manejaba la mesa y hacía de sonidista. En ese tiempo grabar era más difícil, era inalcanzable pagar para uno si quería grabar, los dueños del sello grababan lo que querían, los sellos tenían acceso a grabar en los estudios, porque los sellos eran empresas que arrendaban estudios para grabar. En Santiago había dos estudios nada más, que eran los de Rca Víctor y Emi Odeón. Yo los conocí, por ejemplo para hacer algo con rever, con resonancia, tenían una sala con azulejos.
También quedaron registros de radio Dinastía de Cauquenes, de su recital en el Aula Magna del Liceo de Hombres de esa ciudad en 1987.
Otro registro importante es la entrevista audiovisual que le hiciera Herni González al compositor en noviembre de 1991, en ella relata pasajes de su vida e interpreta canciones agregando algunas anécdotas. Su registro viene a ser la pieza más importante para comprender el pensamiento de Jorge Valenzuela para con la música y en cuanto explica su filosofía de vida.
Luis Valenzuela, hijo del músico, conservó registros caseros, que no corresponden a sus grabaciones en estudio, y que se incorporaron en esta recopilación, y además facilitó gran parte del material recopilado y restaurado. Aun así el material sobreviviente representa una fracción del repertorio musical que interpretaba el músico.
Los inicios de Jorge Valenzuela como músico, coinciden con los inicios de la industria musical en Chile. Era impensable por entonces algo como los sellos independientes de la actualidad, lo natural era que la música perdurara en grabaciones, pensadas para el mercado musical, la venta de discos. El mercado musical estaba conformado a su vez por los espectáculos, la radio, las revistas. Grabar era toda una inversión y eso influía a su vez en las estéticas que se preferían al momento de entrar al estudio. Si se mira panorámicamente, el hecho de grabar y reproducir archivos sonoros, es algo que de manera masiva ocurre hace muy poco tiempo, antes de la reproducción técnica de obras musicales, si se quería conservar un fragmento de música había que acudir a las partituras y/o la memoria. A partir del nacimiento de la radio, la persistencia de canciones en la memoria colectiva es un indicador, no solo de los gustos populares, también de la influencia de los medios en el gusto popular. La facilidad con que se pueden obtener archivos sonoros en la actualidad, hace difícil ponerse en el lugar de intérpretes y compositores, que hace cincuenta años debían poner todas sus fuerzas, y ceder un tanto, en cuanto a darle prioridad a las preferencias musicales de la época.

Lo anterior, sumado a la condición provinciana de Talca, en cuanto a industria de la música, hasta principios del siglo XXI al menos, dificultaba realizar registros fonográficos en la época en que Jorge Valenzuela alcanzó la maduración de su obra musical. Su amigo Jaime González Lara, cifra en más de 300 solo las canciones compuestas por Valenzuela.
En la actualidad, los registros de audio han sido restaurados y puestos en la Web para su audición, contempla 68 piezas musicales, desglosado en 5 canciones de Honorio Concha, 7 composiciones instrumentales, 12 versiones en guitarra de temas clásicos y populares, 19 canciones propias y 25 poemas musicalizados. Estas piezas se agruparon respectivamente en los álbumes de nombre: Honorio Concha; Composiciones instrumentales; Guitarra clásica y popular; Una voz y una guitarra; Poemas musicalizados.
Enlace a los registros: https://www.youtube.com/channel/UCfztcUE9GvvOk4E4mxBMQIA
NOTAS
[1] Alguien me podría argüir, “usted no ha tenido éxito musical, usted no ha sobresalido en los ámbitos de Talca, de esta provincia, no ha incursionado en el mundo de la televisión”. Yo respondería, eso solamente no es éxito, eso es exitismo. Mi éxito ha sido en esta región donde yo vivo, donde he participado toda mi vida con mi música. He recibido tanto afecto, tanto cariño, lo siento todos los días cuando salgo a la calle, en los lugares donde frecuento, siento un calor humano, un cariño tan grande en la gente, que yo creo que el mejor pago que se recibe es esa alegría tan grande de saberse querido. (…) Por eso no he tenido una lucha seria de buscar nuevos horizontes, mostrándole mi música, mis canciones a los artistas para que las canten. (Jorge Valenzuela, en entrevista audiovisual de Herni González).
[2]“Son 17 temas de Honorio Concha, que don Jorge musicalizó, trabajó con otros músicos y acompañó a los cantantes. Honorio Concha era compositor, pero no era músico-músico, él era comerciante, tenía en la uno sur entre siete y ocho oriente tenía unos baños turcos que eran de él, pero no era músico ni profesor de música, componía no más, y componía muchas cosas buenas con respecto a lo que sucedía, de cosas muy cotidianas hacía canciones y de personajes, en sus tonadas menciona una serie de personas que existían”. (Héctor Escalona).
Felipe M. M.
Invierno 2021
Valoro este trabajo que hace Luis Carlos, para dar honor a la memoria de su padre don Jorge Valenzuela Parra. Los que conocimos al Maestro observamos aspectos muy relevantes de como una persona puede llevar un creciente altruismo en su vida, incluso ahora se proyectan sus enseñanzas a través de su recuerdo. Bendiciones y Muchas gracias
Qué buen trabajo de recopilación!